5.8.07

Llamadas

Ayer, estando en la fiesta, mi celular sonó y con un acento de alemana hablando español esuché que decían: "Sara, quiero que tú estés aquí". Era Carina. Me dio tanto gusto sentir que ya hay alguien que me extraña cuando no estoy que no pude evitar ir al hostal donde estaban. Y digo estaban porque también hablaron conmigo Annu y Jakub, que son los otros dos chavos con los que nos vamos a cambiar. Cuando llegué todos estaban un poco alcoholizados gracias al tequila que un wey de Cuernavaca les compartió y así, sin darme cuenta, entre canciones, gomitas y un peluche, los tres se convirtieron en mi familia australiana, así que siento la obligación de hablar de ellos para que sepan más o menos cómo son. La primera impresión que tuve de Carina no fue muy buena. La verdad pensé que era una mamona, y ahora que lo pienso, la mayoría de mis mejores amigas me dan esa impresión, así que no es nada de lo cual deba preocuparme. Tiene 23 años, varios de ellos compartidos con su novio -seguro futuro esposo- y quiere ser maestra para hacer algo por las futuras generaciones. Es cariñosa, alegre y siempre practica conmigo su español con frases estructuralmente complicadas como "Hola querida", "Cómo estás?" y "Besitos". Y yo la quiero por eso. Pero quien la quiere más, de hecho quien está sin duda enamorado de ella es Annu, quien por alguna razón que todavía no encuentro, me recuerda mucho a mi primo Charly y entonces me dan ganas de abrazarlo todo el tiempo. Hindú pero sin ningún plan de regresar a su país, no puede estar sin hablar y sin hacer reír a la gente, así que me imagino que será muy divertido compartir un departamento con él y su roommate, Jakub. Él lleva un año aquí y según todos, nunca lo han visto enojado o molesto en todo ese tiempo. Es checo, con ojos de nobleza, super amable, lindo. Y yo soy tan feliz de haberlos conocido! De hecho, hoy en la mañana que me despedí (porque me quedé a dormir en el hostal) fue horrible saber que mientras ellos se quedan juntos, yo estoy al otro lado de la ciudad sola como moco. Así que en la noche que me hablaron para ir a cenar fui la más feliz de verlos de nuevo. Por favor Universo, que esta semana encontremos dónde vivir!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aaayyy los amigos... La verdad es que el tener gente agradable a tu alrededor cuando te encuentras lejos de casa hace que uno se sienta feliz de tener gente con quien compartir esas risas, esos abrazos y las lagrimas que de vez en cuando invaden. Me imagino que este nuevo grupo de amigos traera a tu vida mucha magia, y no hay nada mas que me haga feliz en este momento que eso. Te amo mucho.

PD Suerte con lo del depa. PD2 Ya leiste el mail que te mande con la informacion de la camara?