25.2.10

Sobre cómo remontar el mar

Si pudieras detener el tiempo
y hacer que un pequeño instante fuera eterno,
qué preferirías hacer?
Qué harías?

10.2.10

Ya no puedo más

Tengo una necesidad muy grande de escribir. Necesito utilizar este espacio como testigo de mis días acá, no sólo para evitar olvidarlo sino porque a lo mejor eso me ayuda a aterrizar. La verdad es que no sé si mi asimilación fue tan rápida que ni siquiera la sentí o si aún no ha llegado el día en el que entienda que voy a estar acá por seis meses. En realidad yo sigo sintiendo confeti en la cabeza, siento que fue hace apenas unos días que dije adiós 2009...y es por eso que necesito escribir, para entender que ya llevo quince días acá, que no porque sea verano estoy de vacaciones y que no porque esté hablando el mismo idioma no signifique que no esté a miles de kilómetros de casa.
Hasta ahora, mis palabras para describir Mendoza son calor, árboles, agua, noches largas, tardes muertas, excelente compañía, un proyecto que me conmueve cada día un poco más...
Ahora que si preferimos irnos poco a poco, las cosas han sido así:
~ Jueves 28. Tomé mi vuelo y entre lágrimas y hojas de un libro nuevo llegué a Bogotá. Un par de horas después despegamos para llegar a Santiago de Chile.
~ Viernes 29. Ahí me esperaba Sergio, quien amablemente me llevó a la estación de camiones donde tomé el peor camión en la historia de los camiones que atraviesan la cordillera entre Chile y Argentina. Recorrimos el camino en plena mañana, en pleno verano, sin aire acondicionado y sin ventanas por abrir. Casi muero. Llego a Mendoza, pasa por mí Bruno (presidente de AIESEC) y vamos a casa de los couchsurfers que me recibirían. No abrieron la puerta. Checamos tarifas en un par de hostales pero yo prefiero confiar, esperar un par de horas para volver a intentarlo. Mientras tanto, Bruno me lleva a su casa y yo tomo un baño. Saliendo me encuentro a Eva, una trainee de Puerto Rico con quien platico un rato; después se suman Michelle y Tatiana. Cuando regresa Bruno, volvemos a llamar y ahora sí me contesta Germán, dice que me espera en la casa. Llegando ya no puedo con el sueño, duermo un rato en la que será mi cama por un par de días y despierto con la pila necesaria para salir. Esperamos que llegue Diego, su roomie, y después de beber Fernet y cervezas, salimos a una fiesta que no duró más de media hora porque el plan era ir a un boliche (así le llaman a los antros acá). Mi primera noche en Mendoza estuve en un antro gay, qué grande!! Bailamos y un rato después cambiamos de lugar. Fuimos a un antro descubierto, cosa que yo agradecí por el calor que hacía y junto con Leila, otra CS, disfruté de mi primer desvelo en tierras argentinas.
~ Sábado 30. Regresamos a casa a las ocho de la mañana. Yo no podía creerlo pero aparentemente es muy normal acá. Habrá que ver si me acostumbro. Despierto a las 12 porque a esa hora pasaría a buscarme otro miembro de AIESEC para visitar un departamento donde vivir. Descubro que su nombre es Juan Manuel y que es bastante agradable. El departamento no me gusta nada, vamos a conocer el lago en el parque, al centro a comer y terminando conozco a otro miembro, Santiago (sí, si cumple con el requisito necesario para llamarse así). La misión era enseñarme a usar el trole de acá y visitar otro departamento, que me encanta y decido mudarme la semana que entra porque quien me rentaría el cuarto estaba por salir de vacaciones. Regreso a la casa super cansada y decido no salir, porque he hablado con Pablo, mi jefe, y tengo que presentarme el lunes a trabajar, por lo que creo conveniente recuperar las horas que no he dormido a lo largo de la semana.
~ Domingo 31. Veo El misterio de sus ojos. Que gran película, ojalá gane el Oscar. Salgo a buscar departamentos donde vivir, voy al parque y por la noche tengo mi cena de bienvenida en casa de Bruno con el resto de los miembros del comité. Un asado 100% argentino. Bailamos, platicamos y reimos mucho; la pasé increíble, me siento contenta.
~ Lunes 1. Pablo pasa por mí a la casa. Después de hacer un par de cosas en el centro vamos a El Arca, donde Alejandra me da una plática de inducción y yo hago todo para no llorar de lo conmovida que me siento. Descubro que el proyecto y la gente con quien trabajaré es aún mejor de lo que me podía imaginar. Vamos todos a comer pizza, conozco a otros miembros de la familia (Andrea y Fran) y yo feliz. En la casa vemos todos una película y yo descubro la compañía tan linda que me tocó compartir.
~ Martes 2. Acompaño a Pablo a varias cosas que tiene que hacer y conozco distintas caras de El Arca. Cada vez siento más ganas de contribuir con el proyecto. Por la tarde, me invitan a comer a su casa y ahí conozco a su otro hijo, Facundo. Comiendo con todos ellos me siento como en casa. Por la noche veo una película que me hace pensar en regresar a México a liberar a mis delfines pero dejo el plan para otro día. Esta noche decido no hacerlo todo tan complicado y disfrutar.
~ Miércoles 3. Tengo la oportunidad de ir al lugar donde se hace la producción de salsa de tomate, mismo que se encuentra en uno de los barrios más pobres de la ciudad y ahí conozco a Oscar, quien me cuenta con la voz de alguien que ha vivido en ese lugar lo que ha sido el proceso de urbanización y lo que El Arca representa en ese lugar donde las oportunidades parecían haber desaparecido. Una vez más, hago un gran intento por no llorar. Por la tarde voy al doctor porque tengo una pierna en mi roncha y quiero saber si es normal. Sí que lo es, se cura con una pomadita. Diego y Germán van a ver Avatar, por lo que es la primera noche que no me desvelo.
~ Jueves 4. Hoy lo que conozco es la finca donde se cultiva el tomate y otros alimentos para su venta. Amo esa sensación del campo, de la tierra, de comer lo que se ha cosechado. Quiero regresar ahí todos los fines de semana! Hoy es mi última noche con los chicos, no porque me lo hayan pedido sino porque siento que un día más sería un abuso. Vemos Les Luthiers y yo me siento la más feliz viéndolos en su país y con una gran compañía.
~ Viernes 5. Me mudo a casa de Ale, la cuñada de Pablo, persona lindísima y con una historia de trabajo social muy interesante. Por la noche salgo a la calle de más bares en la ciudad, Arístides Villanueva, con Flor que también trabaja en El Arca y descubro alegremente que tenemos más cosas en común de las que pude haberme imaginado. Gran suerte la mía de estar tan bien acompañada desde el día que llegué.
~ Sábado 6. Vomité en la madrugada, desperté sintiéndome muy mal. Yo lo atribuyo a una bonita combinación del calor, de estar en mis días, del cambio de alimentación y del cansancio. Con Flor y sus amigas teníamos planeado ir a un festival en la montaña pero como no soy la única enferma, nos quedamos y vamos a comer a casa de Mariana. Me la pasé riendo, me gusta la forma de ser argentina. Por la tarde voy al parque a platicar de El Arca con Pablo y regresamos ya tarde, por lo que decido no salir y sólo medio veo una peli en casa.
~ Domingo 7. Salgo a caminar al centro. El 80% de las tiendas están cerradas, así es acá el domingo. Pablo me invita a comer con su familia y es una alegría enorme el saber que me han abierto las puertas de su casa de esa manera. Por la tarde voy al parque con Flor, platicamos y reímos y dejamos más que decidido que viviremos juntas. Vamos a su departamento, lo consideramos una (pequeña) opción en donde vivir y mientras platicamos más, preparamos la tarta de cumpleaños de Ale. En la noche hay un asado por esta razón y la paso excelente, jugando a decir la misma cosa en mexicano y en argentino. Qué distinto puede ser un mismo idioma!
~ Lunes 8. Voy a la casita del barrio porque habrá una prueba para la preparación de salsa con el instituto que verifica que el proceso es el adecuado para la producción de un alimento. De regreso acompaño a Flor a hacer un par de cosas, comemos en el centro y buscamos el libro de regalo para Ale. Yo le recomiendo a Saramago y entonces se decide por Las intermitencias de la muerte. Por la noche vemos una película en casa para no extrañar estar en casa de Diego y Germán.
~ Martes 9. En el trabajo, más cosas por hacer en la ciudad. Por la tarde, veo el último capítulo de la temporada de Lost para recordar un poco y en la noche, el gran estreno. No entiendo ni puta!
~ Miércoles 10. Se me asigna la universitaria tarde de actualizar el plan de negocios de El Arca. Cómo puede hacerse para que todo un sistema que lo primero que hace es demostrar que las cosas pueden suceder de manera distinta quepa en un formato predeterminado tan cuadrado? En la noche hubo una proyección de pelis argentinas en el parque San Martín, a la cual planeaba ir con Germán pero no lo vi nunca, así que sólo me quedé a ver el primer corto y me fui.
~ Jueves 11. Del trabajo, investigación tras investigación. Por la noche fuimos todos al parque al festival Americanto, donde se hizo un tributo a "la negra" Sosa y yo conocí la música y el baile folklórico mendocino. Creo que lo único que me lleva a soportar el verano tan caluroso de por acá son los eventos de temporada en la ciudad.
~ Viernes 12. Mi corazón está muy bien, mi cuerpo es el que todavía está adaptándose a tanto cambio y estrés causado por mi actual nomadismo. Hoy me dio una gripa horrible, con dolor de garganta y todo. Mi remedio fue un litro de jugo de naranja, dos danoninos por aquello de las vitaminas y un par de tés con limón y miel, así como una buena siestita por la tarde. Desperté mejor y con Flor fuimos a la Alameda, otro lugar de bares en la ciudad, a un carnaval con murgas, batucadas y candombes. Super alegre, super divertido, y yo un tanto más.
Y hoy estamos por decidir si vamos al cierre de Americanto o si vamos a escuchar desde afuera el concierto de Sabina. Mañana creo que iremos todos a un festival a la montaña, y yo no podría estar más agradecida con la vida por el lugar tan lindo a donde me mandó y por todos los corazones que puso en mi camino. Estoy recontenta boludos!