21.7.07

Un poco triste

Ayer fue mi primer día nublado en Sydney. Donde ya me había acostumbrado a ver sol y cielos claros sólo había una masa fría y gris que no invitaban a salir de la cama, y como las clases de introducción habían terminado, decidí quedarme en casa para hacer esas cosas que tenía pendientes, como lavar mi ropa, limpiar mi baño y arreglar todos los papeles que se han ido acumulando estos días. Después de eso chequé mis mensajes, y para mi sorpresa encontré unos en los que Luisa parecía un poco triste, así que no lo pensé dos veces y la llamé. Entre lágrimas hablamos y me di cuenta que estaba bien, sólo un poco más sensible de lo normal. No logré hablar con mi mamá (por segunda ocasión) pero escuchar a mi hermana hizo que esos cinco minutos valieran la pena. El día seguía igual, y a pesar de que en México disfruto de un día así, me di cuenta de que aquí estaba empezando a influir en mi humor. Comencé a extrañar a la gente. Así que para olvidarme de ello quedé de ver a Carina para ir a ver un departamento en la ciudad. Para mi mala suerte no hubo nadie que nos enseñara el lugar, así que sólo estuvimos una hora dando vueltas en un centro comercial en lo que dejábamos pasar el tiempo para ver si alguien llegaba. Pero nadie lo hizo. Me despedí antes de que se hiciera más de noche (porque han de saber que a las 5:30 ya está obscuro) y por creerme con mucho tiempo disponible tomé un camión que no es el que normalmente tomo para llegar a la casa, sólo para ver qué otra ruta existía. Pasaron cuarenta minutos y yo no reconocía ninguna calle, ningún lugar. Para cuando escuché al conductor decir "this is the last stop folks" a mí me daba algo. Me bajé y caminé unos metros y entonces supe dónde estaba. Gracias a Dios dejé prendido mi carrito mental y además las migajas de Hanzel y Gretel seguían en el camino. Ubicada estaba, lo malo fue que tuve que caminar un chorro y con los veinte grados bajo cero a los que estábamos, esa no parecía una gran idea. Mi pobre pielecita ya de por si está lo más deshidratada pero mi cara casi se rompe en tres pedazos por el aire. Para cuando llegué, Ian estaba por irse. Eso significaba que no habría nadie con quien platicar esa noche. Así que decidí consentirme un poco y todos sabemos que no hay nada mejor para cumplir esa misión que la comida. En la tienda compré unos Doritos "Mexicana" que de mexicanos no tienen nada pero el sólo leer la palabra logró alegrarme un poco. Me preparé una deliciosa agua de mandarina y ordené una pizza por teléfono. En media hora estaba envuelta en mi cobija junto al calentador con una rebanada viendo una de las películas favoritas de mi mamá: Under the toscan sun. Pero la verdad es que no estaba tan contenta porque era viernes, y en lugar de estar en un bar platicando con mis amigos, riendo hasta que el estómago doliera, estaba sola, en una noche de invierno, viendo la televisión. Me fui a dormir esperando que ese sentimiento desapareciera al otro día. Pero no fue así. Primero, compré el periódico para ver anuncios de departamentos en renta pero todo es extremadamente caro, así que los nervios de no saber dónde carajos voy a vivir empiezan a poner mal las cosas. Después, recibí un mensajito de Santiago en el que me decía que pesa 6.9 kg, mide 64 cm y ya puede comer fruta. Y yo me lo estoy perdiendo todo. Me estoy perdiendo la primer visita de mi hermana a casa de la familia de su novio. Me estoy perdiendo las primeras semanas de trabajo de mi mejor amigo. Me estoy perdiendo el flamenco de Lya, el cumpleaños de Mariana, el regreso de Cindy...hoy por fin vi todo lo que no voy a tener por estar aquí. Y créanme, en el fondo sé que vale la pena y que eventualmente veré todo lo que gané por venir a este lugar de ensueño, todos esos regalitos que la vida y el destino tienen para mí en este lado del mundo, pero por el momento no logro tener esa perspectiva. Así que prenderé mi vela y dejaré que las lágrimas corran porque sé que no hay mejor receta para sanar que tomarse el tiempo y soltar...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

amigui no se me deprima acuerdate que no cualquiera tiene los pantalones para hacer lo que tu estas haciendo.
sabes que eres unica e increible ya anote tu cel, ya te mande un mensaje para que estemos en contacto y ahi estoy ok
te amo
mariana

Anónimo dijo...

Me imagino que ahora entenderas mejor porque a veces me pongo tan triste de estar lejos... Cuando se trata de cosas del corazon y de sentimientos encontrados, la logica no sirve de mucha consolacion. Los primeros dias son los mas dificiles, y el invierno no ayuda mucho pero, con el tiempo te iras acoplando... ya lo veras. Se vale estar triste y extranyar a la gente que amas. Ya sabes que aunque sea de larga distancia aqui estamos todos para escucharte y mandarte muchos besos y abrazos virtuales. Te amo siempre Pichanchis. Con amor infinito.

Anónimo dijo...

veo tu necesidad comuicativa! nunca escribes tanto, que bueno, asi sabemos de ti, te queiro! y recuerda que el universo conspira!

Unknown dijo...

Oh si que puede se difiil estar aqui verdad? amo cualquier cosa que diga "mexicano" solo para sentirme un poco mas cerca. EL otro di yo tambien llore en la noche, a veces es inebitable pero... Go on and cry ophelia is the perfect thing to do sometimes... Recuerda que no estas sola en esto... me tienes a mi quien entiende perfecto todo lo que sientes... hasta ganas de tomar tequila me dan solo para sentirme mexicana jajaja te amo!