"Soy el espíritu santo, me regalas una moneda?" o algo así fue lo que dijo la persona que me habló a través de la ventana de mi coche un minuto después de haber recogido a mi primo y a su amiga sobre Reforma. Ahí empezó el día más raro que recuerdo haber tenido, un día cargado de nos, de un negativismo no pesimista sino simplemente de limitaciones. Permítanme explicarles.
En lo personal, me considero una persona con suerte. Con esa suerte que no te hace ganar la lotería pero sí llegar a la estación dos segundos antes de que el metro lo haga o encontrar trabajo en un delfinario cuando esos eran tus planes. Creo que por eso me resulta bastante fácil confiar en la energía y en mi angelito y esas cosas, porque hablando en términos generales, siempre me va bastante bien. Por eso hoy me sentí tan extrañada, porque era como si el día me dijera "regrésate a tu casa, no debes estar aquí".
Primero, un "y tu coche?" que no supe responder. Ricardo no estaba en la esquina en donde lo había estacionado. Un poco por esto mismo de pensar positivo y esas ondas jamás me pasó por la cabeza que se lo habían robado. Estaba segura que había sido la grúa. Un par de llamadas y en menos de una hora estaba en el corralón. Pagar la multa y un poco más para que me dejaran sacarlo, que el problema es que no está a mi nombre y entonces el trámite se vuelve mucho más complicado. Salgo triste de ahí pero trato de olvidarlo por mi primo. Nos dirigimos al Papalote a una exhibición anunciada en su página de Internet. Al llegar, nos comunican que ya no existe, que probablemente la página no está actualizada. Mi tristeza entonces adquiere un tono de enojo. Hace mucho tiempo no veo a René y el día que puedo hacerlo, lo perdemos completo por falta de cooperación de parte del Universo. Si existiera la versión alternativa en videojuego, seguro me ganaba tres vidas al terminar este mundo. O de perdida un diploma de valor por no haber llorado en todo el día. Lo que en realidad pasó fue que, después de comprobar que ya no toca ningún grupo en sábado, tuvimos que cambiar de lugar para cenar, terminando en un restaurante donde Mar se encontró a una amiga que había pedido un helado sólo para poder pedir alcohol y, como en realidad no lo quería, acabó en mi pancita. Excelente recompensa.
31.1.09
27.1.09
19.1.09
Motivaciones
Hoy empiezo el último semestre de mi carrera, y para no morir en el intento de vivir en lo que dedico mi mañana a trabajar y mi tarde/noche a estudiar, hice una lista de eventos que me ayudarán a dividir estos meses en pequeños segmentos más manejables.
2 de febrero: puente
15 de marzo: Radiohead en concierto
30 de abril: mi cumpleaños
5 de junio: termino finales
6 de julio: termino mis prácticas
Si alguien piensa que tiene un evento que pudiese calificar en la lista anterior, favor de comunicármelo. Gracias.
2 de febrero: puente
15 de marzo: Radiohead en concierto
30 de abril: mi cumpleaños
5 de junio: termino finales
6 de julio: termino mis prácticas
Si alguien piensa que tiene un evento que pudiese calificar en la lista anterior, favor de comunicármelo. Gracias.
14.1.09
Mi mañana
Soy una persona de distancias cortas. La verdad que una de las razones por la que escogí a la UP como mi universidad fue que no tendría que desplazarme por la ciudad largas horas tratando de llegar a mis clases. En 15 minutos estoy ahí. 10 si tengo prisa.
Es por eso que pasar casi una hora en mi coche para llegar a mi trabajo me vuelve loca. El estrés comienza a acumularse antes de cruzar Viaducto. Yo sé que a veces la tecnología es difícil de entender pero, por eso, a muchos de nosotros nos dieron una plática de los colores del semáforo cuando éramos chiquitos.
Verde es avanza, amarillo es precaución y rojo es detente. Qué tan difícil puede ser? Los colores son para algo, no son un adorno! Aunque como en todo, hay excepciones.
Primera, no siempre que nos toca el verde debemos avanzar. Y es que nunca falta el tarado que no piensa que los diez coches que están adelante de él no tendrán tiempo para avanzar antes de que sea el turno de los coches que vienen en la calle perpendicular y entonces se quedará a mitad de la calle estorbándole hasta a los que pasan por ahí caminando.
Segunda, el semáforo perderá autoridad cuando haya un poli vestido de un amarillo inconfundible encargado de dirigir a los automovilistas. Si es el caso, tenga plena confianza de que se han resuelto decenas de logaritmos de tangente cuadrada para determinar el tiempo justo que cada parte requiere para mantener un flujo óptimo. Jamás piense que es mero tanteo. Eso, en la ciudad donde todas las vías rápidas están en construcción al mismo tiempo, es impensable.
Es por eso que pasar casi una hora en mi coche para llegar a mi trabajo me vuelve loca. El estrés comienza a acumularse antes de cruzar Viaducto. Yo sé que a veces la tecnología es difícil de entender pero, por eso, a muchos de nosotros nos dieron una plática de los colores del semáforo cuando éramos chiquitos.
Verde es avanza, amarillo es precaución y rojo es detente. Qué tan difícil puede ser? Los colores son para algo, no son un adorno! Aunque como en todo, hay excepciones.
Primera, no siempre que nos toca el verde debemos avanzar. Y es que nunca falta el tarado que no piensa que los diez coches que están adelante de él no tendrán tiempo para avanzar antes de que sea el turno de los coches que vienen en la calle perpendicular y entonces se quedará a mitad de la calle estorbándole hasta a los que pasan por ahí caminando.
Segunda, el semáforo perderá autoridad cuando haya un poli vestido de un amarillo inconfundible encargado de dirigir a los automovilistas. Si es el caso, tenga plena confianza de que se han resuelto decenas de logaritmos de tangente cuadrada para determinar el tiempo justo que cada parte requiere para mantener un flujo óptimo. Jamás piense que es mero tanteo. Eso, en la ciudad donde todas las vías rápidas están en construcción al mismo tiempo, es impensable.
Etiquetas:
Come frutas y verduras
10.1.09
Tecnología
Dicen que la capacidad de sorprenderse se va perdiendo conforme uno se hace adulto.
Eso no aplica conmigo.
Y menos con los avances de la tecnología.
Hasta hoy en la mañana yo no podía concebir algo más difícil de entender que el fax y su funcionamiento, pero la vida me tenía preparada una gran sorpresa...
[en el coche, escuchando el radio]
Yo: Ada, sabes cómo se llama esa canción? Es que yo sólo sé que la canta Stone Temple Pilots.
Ada: No, pero puedo saberlo...
Mi mente: Si, yo también; pero seguramente pa' cuando llegue a la casa, habré olvidado la letra, el ritmo y hasta la intención de buscarla...
Ada: ...porque mi celular tiene una función que supuestamente te dice que canción es la que estás escuchando.
Luisa: [al teléfono] güishugüishugua güishugüishugua
Yo: En serio? Y funciona?
Ada: No sé, nunca lo he utilizado. A ver, hay que probar.
Y entonces, apretó el botón, grabó una parte de la canción y segundos después recibimos un mensaje que no sólo dice cómo se llama, sino el grupo que la interpreta y el disco donde puedes encontrarla. Yo entré en shock. No había otra forma de explicarme cómo podía funcionar eso más que con una persona sentada en un cuarto inmenso, lleno de repisas con todos los discos del mundo, recibiendo esos mensajes y haciendo uso de su excelente memoria para encontrar la canción cuyo título tú desconoces. Ya después, investigando sobre TrackID en la red, descubrí que es un programa desarrollado por Gracenote, la base de datos de música más grande del mundo; y que funciona con el mismo sistema de reconocimiento de música que cuando metes un CD y iTunes te lo reconoce.
Al parecer cada canción tiene un código único e irrepetible y así es como se logra identificar de cual se trata. La verdad, a mí me convence más mi idea de un alguien cuyo trabajo es ir agregando todos los días canciones a su amplio repertorio musical.
Eso no aplica conmigo.
Y menos con los avances de la tecnología.
Hasta hoy en la mañana yo no podía concebir algo más difícil de entender que el fax y su funcionamiento, pero la vida me tenía preparada una gran sorpresa...
[en el coche, escuchando el radio]
Yo: Ada, sabes cómo se llama esa canción? Es que yo sólo sé que la canta Stone Temple Pilots.
Ada: No, pero puedo saberlo...
Mi mente: Si, yo también; pero seguramente pa' cuando llegue a la casa, habré olvidado la letra, el ritmo y hasta la intención de buscarla...
Ada: ...porque mi celular tiene una función que supuestamente te dice que canción es la que estás escuchando.
Luisa: [al teléfono] güishugüishugua güishugüishugua
Yo: En serio? Y funciona?
Ada: No sé, nunca lo he utilizado. A ver, hay que probar.
Y entonces, apretó el botón, grabó una parte de la canción y segundos después recibimos un mensaje que no sólo dice cómo se llama, sino el grupo que la interpreta y el disco donde puedes encontrarla. Yo entré en shock. No había otra forma de explicarme cómo podía funcionar eso más que con una persona sentada en un cuarto inmenso, lleno de repisas con todos los discos del mundo, recibiendo esos mensajes y haciendo uso de su excelente memoria para encontrar la canción cuyo título tú desconoces. Ya después, investigando sobre TrackID en la red, descubrí que es un programa desarrollado por Gracenote, la base de datos de música más grande del mundo; y que funciona con el mismo sistema de reconocimiento de música que cuando metes un CD y iTunes te lo reconoce.
Al parecer cada canción tiene un código único e irrepetible y así es como se logra identificar de cual se trata. La verdad, a mí me convence más mi idea de un alguien cuyo trabajo es ir agregando todos los días canciones a su amplio repertorio musical.
7.1.09
Agregando
Cuando escribí la entrada de mi lista de cosas por (no) hacer, me fue imposible no recordar que hace mucho mucho tiempo cuando, literalmente, no tenía nada mejor que hacer, tomé como base una carta que hace años le hice a mi mejor amiga, y me puse a escribir en papelitos de colores mis sueños. Doblados como números de tómbola, los metí a una lata de refresco y se los regalé a mi persona nueva de ese entonces, hoy mi mejor (y único!) amigo. No sé en qué momento pensé que darle a leer a alguien 198 papelitos era una excelente elección, pero la parte interesante de la historia es que Rodrigo entendió mi intensidad y hoy esa lata todavía existe.
Hoy, cuatro años después, abrimos cada uno de los papelitos para ver qué escribí en ese entonces y resulta maravilloso darme cuenta que varias cosas que antes existían como un sueño hoy son una realidad. Pero resulta aún mejor encontrarme con quien era, con mi pasado...saber que mucho de lo que me caracteriza lo traigo de hace tiempo y entonces, hoy se hace más fuerte para resisitir esos momentos en los que parece que el mundo no deja espacio para la magia. Sólo espero que en cuatro años más pueda agregar a la lista de sueños cumplidos otros tantos, que definitivamente a la humanidad le hace falta la teletransportación y una máquina que grabe los sueños que tenemos por la noche.
Flakito: los blancos nos esperan...te quiero por siempre y para siempre!
~ Mochilazo a Europa.
~ Probar alguna fruta que no conozca.
~ Trabajar un buen rato en Sensorama.
~ Provocar, sin buscarlo, la sonrisa de un perfecto desconocido.
~ Irme de intercambio.
~ Vivir en Australia.
~ Nadar con delfines.
~ Trabajar con delfines.
~ Cargar a un koala.
~ Hacerme un tatuaje.
~ Ver nevar.
~ Ser Médico de la Risa.
~ Visitar un cultivo de tulipanes.
~ Que me dedique(s) un post.
~ Salir en los créditos de algun corto o largometraje.
Etiquetas:
101 things to do before you die
5.1.09
3.1.09
Año nuevo
El comentario: (contándole el acertijo de cómo cruzar maíz, una gallina y un zorro a Kevin) There's no way, coz if you leave first the hen then anything else you bring to the other side is going to be eaten; Unless what?; Unless the hen is dead?
La palabra: tikect
La frase célebre: No hay plazo que no se cumpla, ni siglos que nos agoten
La foto tomada: las cuatro embarradas de lodo
La foto no tomada: cualquiera con mi cámara acuática, porque después de pasar un mes cargando cámaras con rollos, no pude ponerlo...
La comida: tegogolos
La bebida: agua mineral de manantial
El personaje: el dulcero que nos encontrábamos en cada esquina y cuando me vio bailar, me aplicó el "ahí la lleva, ahí la lleva"
El hombre: el que Ulises está por ser
El lugar: Nanciyaga
El susto: cuando a las cuatro de la mañana tuvimos que irnos hasta el hospital de Catemaco porque Luisa se sentía muy mal del oído
La carcajada: "Señora, sabe para dónde está Ecoparque La Punta?" y por el tono de la respuesta supimos que en realidad la señora era un señor
La sorpresa: recibir al año con lluvia
La rareza: empezar el año con gente totalmente desconocida porque mi familia se fue a dormir antes de las doce
El dato aprendido: como el cocodrilo come cosas muy saladas y suele permanecer mucho tiempo inmóvil, la única manera de liberar esas toxinas es segregando un líquido por sus ojos; de ahí la frase "lágrimas de cocodrilo"
La canción: quiéreme mucho de Ely Guerra
El tip: siempre alumbra mejor una vela que una lámpara
La compra: la fabulosa blusa de Banana Republic que me costó tan sólo $50
El evento: el temazcal para empezar el año cargada de energía y buena vibra
La noche: en el muelle, viendo brillar estrellas y luciérnagas
Lo peor: ir en el coche deseando que Luisa se sintiera mejor y no poder hacer nada al respecto
Lo mejor: empezar el año en una reserva ecológica tan hermosa
La palabra: tikect
La frase célebre: No hay plazo que no se cumpla, ni siglos que nos agoten
La foto tomada: las cuatro embarradas de lodo
La foto no tomada: cualquiera con mi cámara acuática, porque después de pasar un mes cargando cámaras con rollos, no pude ponerlo...
La comida: tegogolos
La bebida: agua mineral de manantial
El personaje: el dulcero que nos encontrábamos en cada esquina y cuando me vio bailar, me aplicó el "ahí la lleva, ahí la lleva"
El hombre: el que Ulises está por ser
El lugar: Nanciyaga
El susto: cuando a las cuatro de la mañana tuvimos que irnos hasta el hospital de Catemaco porque Luisa se sentía muy mal del oído
La carcajada: "Señora, sabe para dónde está Ecoparque La Punta?" y por el tono de la respuesta supimos que en realidad la señora era un señor
La sorpresa: recibir al año con lluvia
La rareza: empezar el año con gente totalmente desconocida porque mi familia se fue a dormir antes de las doce
El dato aprendido: como el cocodrilo come cosas muy saladas y suele permanecer mucho tiempo inmóvil, la única manera de liberar esas toxinas es segregando un líquido por sus ojos; de ahí la frase "lágrimas de cocodrilo"
La canción: quiéreme mucho de Ely Guerra
El tip: siempre alumbra mejor una vela que una lámpara
La compra: la fabulosa blusa de Banana Republic que me costó tan sólo $50
El evento: el temazcal para empezar el año cargada de energía y buena vibra
La noche: en el muelle, viendo brillar estrellas y luciérnagas
Lo peor: ir en el coche deseando que Luisa se sintiera mejor y no poder hacer nada al respecto
Lo mejor: empezar el año en una reserva ecológica tan hermosa
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