Once días

Mañana empieza el conteo. Tengo once maravillosos días de vacaciones en los que viajaré a Melbourne y Brisbane para conocer todo lo que esas ciudades tienen que ofrecer a dos espectaculares estudiantes mexicanas. Ah! porque mi chimi también viene! Soy la más feliz de estar con ella porque además de que la extraño, también me extraño a mí, a esa Sara con comentarios irónicos, con retos locos y pláticas que no sirven para nada más que para dejarme más inquieta con mis pensamientos. Así que faltando sólo mi protector solar y mi traje de baño por meter en la maleta (no me pasa dos veces) dejo este lugar para descubrir otros rincones de la única isla que es al mismo tiempo país y continente.

Mi protector

En varios libros he leído alguna historia en la que el personaje principal vive un momento de desesperación donde parece no haber movimiento ni para adelante ni para atrás, eso que muchos llaman tocar fondo...pero de repente hay un encuentro. De repente algún animal aparece, sale de la nada, y se convierte en su guía, en su espíritu protector, ofreciéndole las fuerzas necesarias para seguir por el camino que antes parecía interminable.

Hace unos cuantos minutos por fin me di cuenta que todo eso no pasa solamente en cuentos o leyendas. La Naturaleza está ahí para nosotros todo el tiempo; al menos para el que cree en Ella. Con una mezcla de hormonas mensuales y palabras por larga distancia salí a llorar al parque, escuchando música, dirigiendo mi mirada a las estrellas, cuando de repente volteé y ahí estaba, observándome. Un búho. Hermoso. Callado. Atento a cada uno de mis movimientos. Sabio. Libre. Sonreí, me senté a escasos dos metros de dónde Él estaba y entonces hablamos con los ojos. Sanó mi tristeza, me hizo saber que todo es un proceso, que todo fluye y que indudablemente, el Universo conspira...

Por fin

Hasta que por fin la vida escuchó mi plegaria, mi grito, mi deseo. Hoy conseguí un plomero lo suficientemente barato para que pudiéramos pagar por él. Después de no sé cuántos días (y no quiero saberlo que seguramente viene con boleto de entrada al infierno) de tener una llave chorreando en la tina de baño, y de ser yo la única preocupada en el asunto, logré contactar a alguien que viniera a arreglar el problema por cantidades no tan graves como esos $400 que llegaron a cotizarme en una ocasión. $55 serían sólo por venir, cosa tonta porque todos los plomeros cuentan con servicio a domicilio, no es que fuera un plus de esa compañía con el que pudiera beneficiarse y $55 por cada media hora de trabajo más material. El señor llegó muy puntual, tres de la tarde, y cuando se disponía a entrar a la casa, en la puerta de entrada, aplícó el yo trabajo mejor descalzo y se quitó sus botas. En ese momento fue cuando dije: cómo es que se les trata a los plomeros en Australia? También se les ofrece un vasito de agua de limón bien fría? Se les da propina si hacen rebien el trabajo? Uno va a comprar el material para que no intenten cobrarnos de más? Pues que ni una ni otra, todo viene incluido. Pagué $110 por callar ese chorrito que me angustiaba tanto. Y por fin pude llamar casa al lugar en donde vivo. Una última sugerencia a todo aquél que no esté seguro de su misión: no has pensado en la posibilidad de ejercer algún oficio en Australia? Quitándole 10 horas al día, son 28 las medias horas para trabajar, cada una de mínimo $55 pero de hasta el triple si es fecha especial. Suena tentador no?

Mi grito

Esta es la historia de lo que hice la noche del 15 de septiembre, día de la Independencia de México, en Sydney.

Desde el viernes fui a la uni a buscar en internet el teléfono de los restaurantes de comida mexicana que hay en la ciudad para marcar y averiguar si en alguno tendrían algún evento especial por la fecha, pero no tuve suerte. Ni mariachis ni grito ni nada. Así que entonces tendría que elegir el lugar por la variedad y autenticidad de la comida que ofrecieran. En unos había pozole, en otros mole y enchiladas, pero hubo uno que me llamó mucho la atención por la frase que ponían en su página de internet: a taquería (ta-ke-re-ah) in the fullest sense of the word. Por todo el concepto que manejaban, Guzmán y Gómez fue el ganador.

Carina, Jakub y yo salimos de la casa alrededor de las 7:30 y en el tren iba super emocionada por la idea de poderme comer unos taquitos. En verdad esperaba que fuera comida mexicana y no acabara siendo un lugar donde creyeran que las fajitas son lo más mexicano y que las chimichangas son la neta. Como estaba en una zona de Sydney a la que nunca había ido, tardamos un poco en encontrar el lugar. Pero la espera valió la pena.

De repente me encontré en un lugar así

hablando español con la cajera, ordenando tacos de puerco en adobo, pollo guerrero y d.f. steak con la canción de Torero de Chayanne de fondo. No podía dejar de sonreír, me sentía tan feliz! Pero cuando probé los tacos...

con tortillitas de maíz, frijoles de verdad, salsas y arroz frito con un poco de perejil creo que morí por unos instantes. No exagero cuando digo que sabían mejor que muchos que he probado en México. Sí, yo sé que pensarán que en parte es por llevo dos meses sin comer comida a lo que nosotros le llamamos decente, pero el sazón en verdad es excelente y cuando de fondo tenía canciónes como Desde que de Liquits o Payaso del Rodeo no sabía si llorar o reír o sólo seguir comiendo. Lo que hice fue lo siguiente:

Y bueno con decirles que era taaan mexicana la comida que hasta agruras nos dieron. Ay qué pesado lo sentí pero qué felicidad de haber encontrado ese lugar!

Ay qué pesado

No sé si seré la única en pensarlo, pero esta semana sí que estuvo pesada. (NOTA: por semana entiéndase cuatro días) Primero, el lunes tuve la maravillosa idea de limpiar el departamento de Ian para que ahora que regrese lo encuentre todo arreglado y bonito. Lo malo es que escogí el peor día para hacerlo, porque para el martes tenía que entregar un ensayo de 2 500 palabras. Pero aún así lo hice. Para cuando terminé, alrededor de las seis de la tarde, estaba sentada frente a la computadora dispuesta a dejar que las palabras fluyeran. Pero otra cosa sucedió. No sé por qué acá decidí que la mejor forma para pasar una noche de estudio era intercalando una hora de sueño por cada tres de trabajo. Así que, haciéndole caso a mis párpados cansados, decidí dormir. Desperté 7:30 y entonces sí empecé a escribir sin presiones. Sabía que acabaría pasando la noche ahí y no en Kirribilli porque eso de no tener internet no me ayudaba, entonces me acomodé en la mesa, con hojas subrayadas y libros por todos lados y escribí y escribí y escribí. 8:30, necesitaba un descanso. Vi el único programa en la tele que me gusta. 1 vs. 100. Tal como lo dice el título, el participante tiene que ganarle a otros cien que están como de público pero que, como él, contestan a preguntas de todo tipo apretando el botón de respuesta A, B ó C. Por cada uno que se equivoca, se va acumulando dinero y si mata a todos, se gana un millón. Hasta ahora no ha habido un afortunado, sólo premios menores. El caso es que me divierten las preguntas. Terminó (9:30) y seguí con la misión. A la una ya no podía. Me dormí. Desperté a las dos. Acabé todo menos la lista de referencias, porque como aquí se toman super personal el plagio, no me llevaría menos de una hora hacerla. Así que volví a dormir. De 5 a 8 de la mañana. Me fui a la casa, me bañé y me fui a la uni. Terminando mi lecture hice lo que me faltaba. Llegué a Strathfield justo a tiempo para mi otra clase y lo entregué. Ya de regreso en la casa volví a dormir porque el cansancio me estaba matando. Al despertar, empecé a estudiar para el examen que tuve hoy jueves. La materia, Strategic Management. Los capítulos, siete. El número de páginas, 200. La irresponsabilidad de no haber leído ni una, total. A la una mis ojos leían pero mi cerebro ya no asimilaba ni una palabra así que me fui a dormir. El miércoles desperté, clases, comida y empezar a estudiar. Ayer sí que no paré. Pero pasó lo mismo. Hubo un momento en que mi mente estaba saturada de conceptos y ya no podía entender la diferencia entre diversificación y diferenciación. Me dormí. Desperté 5:30. Entre mis cobijas terminé los capítulos que me faltaban. Pero a las 8 me ganó el sueño. Me dormí una hora más y decidí que lo mejor sería irme a la biblioteca para terminar lo que me faltaba. Ahí estuve dos horas y después vino el maldito examen. Se supone que el hecho de ser de opción múltiple ayudaría, pero para aquellos que me entiendan, era de opción múltiple estilo Rosy Rosado. Para quienes no me entiendan, uno, que afortunados son y dos, imaginen un examen donde todas las respuestas son correctas y todo está sujeto a la interpretación que se le dé. En verdad estuvo horrible. 60 preguntas en 60 minutos. No sé cómo me va a ir, no quiero ya pensar. Lo único que en este instante me importa es ponerme de acuerdo con Adriana para saber a dónde vamos a ir a bailar en la noche. * Y bueno, aquí terminaba lo de hoy pero me acaba de llamar y me dijo que en su trabajo hay un evento especial y que no se puede salir. Así que mis dos meses de estar en Sydney tendré que celebrarlos cenando en casa y dejando que mi mente piense en cosas que no tengan nada que ver con negocios, países en desarrollo e innovaciones. *

Si seré

De verdad que cuando digo que hay días en los que estoy en la pendeja no estoy mintiendo. Hoy Lunes me toca ir a al campus de Strathfield a las nueve, así que llegué a las estación 8:45 para tomar el camión que en cinco minutos me deja en la uni.

Normalmente, en lo que sale el camión, en el letrero que anuncia a donde va dice NOT IN SERVICE, y eso era lo que decía el que estaba estacionado en donde tomo el mío cada semana. De repente cambió y entonces cuando vi el 48- yo dije de aquí soy y me trepé.

La sorpresa que me llevé cuando vi que el pinche camión se iba para la izquierda en lugar de la derecha…

En lo que asimilaba que me había subido a otro camión me cagué de risa de mi misma porque todavía cuando me subí vi a una chava que va en mi salón afuera del camión tomándose su café y pensé por qué no se subía, justificando el hecho con que probablemente quería terminar su desayuno antes de subir. Pero no, era porque ella se subiría al camión adecuado!! Al 483 en lugar del 480. Me bajé y empecé a caminar de regreso. Pa colmo hoy traigo unos zapatos de piso que hacen que a los cinco minutos de caminar me duela el chamorrín así que ni como apurarme. Pero en eso, que veo a lo lejos el camión que me había perdido y que le corro. Con una mano agarrando el celular pa que no se me cayera de la bolsa de la chamarra y con la otra agarrándome el pantalón pa que no se me vieran los chones corrí lo más rápido que pude para alcanzar a ese 483 (ah porque falta aclarar que el siguiente camión sale 9:30). Pero no lo logré. En cuanto se puso el verde lo vi avanzar frente a mis ojos más rápido de lo que podría correr. Ya sin nada más que hacer, lo dejé ir y me puse a caminar. Pero insisto, estos zapatitos amarillos no ayudan. Así que heme aquí, sentadita en la sombra, escribiendo, esperando que pase el siguiente camión. Ni modo, ya llegué tarde a mi clase.

Días

La primera vez que fui a Manly con Carina probamos el chocolate caliente más rico del mundo, así que le propuse ir todos los días que amanecieran nublados sólo a tomar chocolate a Manly. Así nació Manly Day. Toda esta semana estuvo nublado, lloviendo, con frío, lo que hacía cada día un Manly Day pero por clases o ensayos que escribir no fuimos. Lo único que pedía es que el viernes siguiera igual el clima. Y sí, estuvo igual, pero con eso de que era día de vacaciones por lo de APEC muchos lugares estaban cerrados, y temiendo que haríamos el viaje de 30 minutos en ferry para llegar y que estuviera cerrado, esperamos a la próxima ocasión. Y eso fue hoy. La verdad es que tenía miedo de que mi mente me estuviera jugando uno de esos juegos en los que las cosas son mejores como las recuerdas que en la realidad, pero no fue así. Es el chocolate caliente más rico del mundo. Y más si lo acompañas con unas cuantas fresas cubiertas con (más) chocolate. Fue tan maravillosa la experiencia que decidimos inventar más días sólo para ser tan felices como lo estábamos siendo en ese instante. Los resultados son los siguientes:

• Ice Cream Day, que consiste en ir a comer helado el día del cumpleaños de alguien que conozcamos
• Pizza Day, el primer jueves de cada mes
• Sporty Day, que es hacer ejercicio en el parque cada que, al asomarnos por nuestra ventana, veamos a alguien más haciendo ejercicio.
  

Pero la verdad, creo que nada logrará superar Manly Days.

APEC

Sydney fue la sede de APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation) este año. La verdad con eso de que no veo la tele ni leo los periódicos me enteré muy poco de lo que sucedió en estos días. Sólo supe que Bush vino y que hubo muchos grupos anti-él que hicieron huelgas y cosas por el estilo, que alrededor de Circular Quay levantaron una muralla de rejas por aquello de la seguridad, que ayer hubo puente en las escuelas y trabajos y que nunca había visto (ni escuchado) tantos helicópteros toooodo el día (y más por la casa porque está cerca de la zona donde se llevaron a cabo las reuniones). No sé cuantos millones se gastaron en seguridad, pero la verdad es que por un momento si pasó por mi mente dramática la posibilidad de un ataque terrorista. El blanco, sin duda, sería alguna estación del metro, no sólo porque ahí atacan casi siempre sino además porque aquí en Sydney hay un tren que cruza el Harbour Bridge y sí, maravillosamente es el que yo uso. Así que para cuando salí del metro después de haber ido a cenar a la ciudad con Annu y Jakub y vimos humo en la estación creo que dejamos de respirar por un momento. Pero después Annu reaccionó y dijo que de 8 a 8:15 iba a haber fuegos artificiales en el puente. Vimos el reloj y eran 8:16. Asunto resuelto. Aunque con tristeza. Cinco minutos antes y hubiera visto algo del espectáculo. Ni modo. Nos dirigimos a la casa pero antes pasamos a comprar vino, y como desde la tienda está cerca un parque desde donde se puede ver the Opera House, siempre volteo para tratar de localizarla. Y entonces vi en el mar barcos de colores. Les dije que se adelantaran a la casa, que iba a ver qué era eso y entonces los vi. Eran veleros que cambiaban de color, bailando en el mar. Estuvo maravilloso. Sin darme cuenta sentí una lágrima en mi cara que me recordaba todas las cosas que tuve que pasar para realizar este sueño y aunque sola y extrañando, fui feliz. Creo que ya me estoy acostumbrando a esa sensación. Y gracias a que no llevaba cámara, y que tengo un celular lo suficientemente rudimentario para no contar con esas tecnologías, localicé a algún aficionado fotógrafo que estuviera en la zona, capturando el momento, para decirle que si me mandaba algunas fotos a mi mail se iría al cielo. Mi plan dio resultado.

A la ciudad

Esta noche iré a bailar a algún lugar en Sydney después de casi dos meses de sólo haber ido a fiestas caseras y bares. La idea me emociona muchísimo porque el plan lo organicé con una mexicana que ni siquiera conozco. Y todo porque un día una amiga de la UP me dijo que la novia de su primo también se iría de intercambio a Sydney y me dio su mail por cualquier cosa. Hoy, tradúzcase cualquier cosa como salir a divertirte cuando tus roommates aman quedarse a ver películas en la casa. La verdad no sé ni a dónde voy a ir con Adriana ni cómo sea ni nada. Apenas si nos hemos mandado un par de mails. Pero el hecho de que seamos primas (porque, habiendo mil ocho mil apellidos paternos, el suyo también es Carmona) me da mucho gusto y con las ganas que tengo de salir, es muy difícil que algo salga mal.

Hoy

Estoy feliz. Hoy hice que el mundo fuera un poco mejor. Y la lluvia estuvo ahí para premiarme.

El mundo

Hoy tuve que exponer sola (me moría del nervio) una presentación en power point en la materia de Development Economics. El tema era si el crecimiento de la población limita el desarrollo de los países pobres y de qué forma el papel de la mujer contribuye a este progreso. Y la verdad es que encontré información tan interesante que quiero compartirla con ustedes.

4Antes de 1650, se necesitaban 1 400 generaciones para duplicar la población del mundo. En la actualidad, sólo se necesitan dos.
4El número de habitantes según las Naciones Unidas para el año 2200 es de 11 billones, con el 90% viviendo en países en desarrollo.
4Este incremento no podrá detenerse aunque las familias se limiten a tener dos hijos (nivel de remplazamiento) por un fenómeno que se llama "population momentum", que hace que la población crezca más de lo deseado por el alto nivel de población joven, y por lo tanto, fértil.
4En general, al tema del crecimiento de la población se le atribuyen los problemas de contaminación, degradación de la flora y la fauna del planeta y otros tantos males, pero existe la opinión de que el crecimiento de la población no es un grave problema, pero que los países del primer mundo están preocupados porque en un futuro podría representar para ellos una pérdida de poder. En la actualidad, ellos son los que consumen el 80% de los recursos del mundo y por dar un ejemplo, el consumo de un niño de un país desarrollado equivale al de 16 de un país pobre.
4En algunos países de Asia la esterilización es obligatoria.
4Está comprobado que la educación reduce el número de hijos que una mujer tiene, tanto por permitirle ampliar su horizonte como por darle la oportunidad de encontrar un trabajo bien remunerado. Así que a invertirle gobiernos!

La flora y la fauna

Hoy fui a Sydney Wildlife World, una atracción en Darling Harbour estilo zoológico pero también con exhibiciones de insectos y serpientes con las cuales no fui muy feliz porque a los cinco minutos los sentía por todo mi cuerpo pero en general la visita valió la pena. Por fin vi

koalas

canguros

wallabies

wombats y una que otra especie rara (Southern Cassowary).

Pero lo más impresionante de la visita fue ver como una serpiente se comía un pobre ratoncito. No sé si lo logren ver en el video, pero fue tal como lo pasan en la tele: se acerca, abre la boca enoooormemente y lo atrapa, luego lo envuelve en su cuerpo y poco a poco lo va deglutiendo. Impresionante.