Pide y te será concedido.
Me parece probable que cuando supe que los Fabulosos Cadillacs darían un concierto en México, el universo haya registrado mi "yo quiero ir" porque la semana pasada conseguí un boleto gratis de un niño del salón con quien muy pocas veces había platicado. En verdad parecía que el boleto desde siempre fue para mí, porque lo obtuve sin esfuerzo alguno. Y, como es costumbre, cuando las cosas no nos cuestan, no las valoramos igual. Es por eso que en algún momento pensé que era una buena idea no llegar a la hora que marcaba el boleto porque seguramente empezaría más tarde. Cuando, 45 minutos después, iba entrando al Foro Sol y de fondo reconocí un verso de la canción "Padre Nuestro", entré en shock.
El concierto había empezado puntual y yo ya me había perdido de dos de mis canciones favoritas. Aún así, baile y canté como loquita las casi dos horas que estuve en el concierto. Todavía cuando salí pensé en regresar al otro día, pero después de haber sido arrastrada por la multitud y de haber hecho más de dos horas de regreso a la casa, me pareció mejor idea revivir el momento sólo con ayuda de videos bajados de Internet.
5.11.08
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1 comentario:
Yo sólo puedo decir que la música de los fabulosos sería el soundtrack del video de los mejores momentos de mi vida... esa etapa que creí nunca lograría ver desde fuera... El mejor concierto al que he ido... Me dolieron los brazos, las piernas, el abdomen y la cabeza por dos días, hice casi tres horas de regreso a mi casa y lo volvería a hacer... Carnaval esa noche... y todas las demás...
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