4.11.08

En shock

Los martes a las siete tengo una clase en el centro de cómputo. Hoy, mientras esperábamos al prof, Fer recibió una llamada de su mamá y cuando colgó, me dijo que una avioneta se había estrellado en Periférico. Mi primera reacción fue pensar "Eso no es cierto, ni que fuera película" pero al momento de buscar en Internet, nos encontramos con un par de noticias acerca de este accidente. Yo no lo podía creer. La situación estaba de miedo por donde la vieras. De ir manejando y de repente ver que a pocos metros de distancia cae una avioneta. De ir dentro de ella. De vivir en un país donde, después de lo ocurrido en Morelia, uno piensa que esto no fue un accidente sino un atentado.
Toda la sensación de bienestar y protección en la que normalmente vivo, de un momento a otro, desapareció. Ahí estaba yo, en clase de Economía, estudiando cómo el ingreso menos la demanda agregada es idénticamente igual a cero mientras, allá afuera, se mata a la gente, sin ni siquiera importar si se afecta a terceros en el acto.
Ahí estaba yo, escuchando a alguien verdaderamente convencido de que el libre mercado funciona cuando el mundo está por vivir su peor crisis financiera que, además, se verá reflejada en monedas que ya ni siquiera tienen respaldo en algún metal. Todo resultaba demasiado irreal. Tenía ganas de preguntarle con qué fin se enseñan esas tonterías cuando de nada sirve porque, en realidad, el mundo hace mucho perdió su rumbo. Cómo fue que llegamos al punto de que resulte algo normal escuchar en el noticiero de las tres que ahora mataron a cinco más? Cómo es que esas cosas ya no nos impactan?

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