1.11.08

De miedo

Ayer que fui con mi niño hermoso disfrazado de Peter Pan a pedir Halloween, me sentí desilusionada al ver que nadie nos daba ni media paleta. Para cuando alguien nos contestó con un "Quién es ese?" yo daba gracias de que Santiago no entendiera nada de lo que estaba pasando porque si no seguro se me traumaba. Sólo la vecina de enfrente le dio una bolsa de gomitas que más bien tenía guardada en la alacena...de suerte no acabamos con una lata de duraznos en almíbar o un bote de mermelada de fresa.
En la casa, por el contrario, habíamos comprado una megabolsa de dulces de todos los estilos e, irónicamente, nadie tocó a la puerta.
Pero para mi sorpresa, hoy que fui a comer con un amigo a una plaza, me di cuenta de que casi todos los niños estaban disfrazados y pidiendo dulces. Todo recobró sentido. El Halloween en México es el 1° de noviembre. Así, mientras los niños se comen sus dulces, los papás se comen un pan de muerto o calabaza en tacha y todos felices y contentos. Al fin y al cabo, todo es una gran mezcla de culturas, y ya desde el año pasado había escrito sobre este fenómeno.
En fin, para cuando mi amigo se fue, yo seguía con ganas de hacer algo y entonces fui a rentar unas películas con mi hermana para, de paso, terminar de repartir nuestros dulces. Y entonces, en nuestro camino nos encontramos con brujas, fantasmas, vampiros, momias, árboles malvados...sí! Árboles malvados! De esos que se te atraviesan en el camino cuando te estás echando en reversa y así, sin saber cómo paso, te rompen tus faros...

No hay comentarios.: