Mi Octubre ya se fue y una vez más, me quedo con el mejor sabor de boca. A pesar de que este año dudé si podría llegar a ser mejor que el pasado, una vez más mi mes favorito superó mis expectativas, y justo ahora tengo tanto sentimiento encontrado por todo lo vivido, que necesito dejarlo aquí para poder recordarlo siempre. Para poder recordar ese par de encuentros frustrados y esos otros reencuentros inesperados que sanaron ausencias y olvidos. Para poder recordar que la distancia física ya no me entristece tanto, porque lo que en el fondo es real logra trascenderla.
La presencia de amigos lejanos, pero también de amigos nuevos que día a día me arrancan risas que hacen que el estómago duela sin dolor. El Peter Pan más hermoso que he visto en mi vida.
Un te quiero mucho que me dejó el corazón chiquito.
Mi familia. Poder celebrar que el accidente del año pasado de mi papá no es más que un mal recuerdo. La emoción de saber que mi hermana está de vuelta. La oportunidad de valorar a mi mamá cuando está de viaje. Tener a Luisa a mi lado...always always.
Reconocimientos por mi desempeño académico que me hacen pensar en un futuro exitoso, lleno de oportunidades y de sueños por alcanzar. Pero también los errores cometidos, especialmente cuando dejo que me gane la locura con el pretexto de que es preferible nunca quedarme con las ganas.
Descubrir los mejores postres. Recibir una postal pero, sobre todo, el cumplimiento de promesas.
El peso encontrado, los cinco por encontrar.
Las coincidencias, las señales. La tranquilidad de saber que estoy en el punto donde debo estar...siempre.
31.10.08
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