Ayer en la clase de Publicidad nos pusimos a ver comerciales para analizar lo que en realidad te están vendiendo las marcas, y mientras no faltan las que con su producto prometen cambiarte la vida y mejorar tu relación de pareja, hay otras que utilizan herramientas como el humor para que consumas sus productos y no los de la competencia. En fin, entre Dove, Axe, Coca y demás occidentalismos, es inevitable no caer en la mercadotecnia, y más cuando se tiene un corazón de pollo que te hace semi-llorar en los sesenta segundos que dura su comercial.
10.4.08
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1 comentario:
Quise llorar con el comercial... aaaay......
aaaayyyyyy...
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