Desordinarios

Me acabo de dar cuenta que hoy tenía una cita para sobrevivir a la lluvia en el metro. Sí, a la lluvia en el metro! Y es que ahora la improvisación está al alcance de cualquiera. Todo empezó con un grupo en Nueva York que sufrió un congelamiento en la estación de trenes más grandes del mundo. La noticia se corrió y el mismo movimiento llegó a varias ciudades del mundo, entre ellas la nuestra, en donde el congelamiento se dio casi un mes después en el aeropuerto. Desde ese día, el grupo mexicano ha ido creciendo; hay gente que sabe de teatro o de flash mobs, pero la gran mayoría es gente curiosa que quiere saber lo que se siente ir en un vagón del metro aparentando que llueve. Entre ellos yo. Lástima que tendré que esperar hasta la siguiente misión para romper un poco con la cotidianeidad de los habitantes del DF.