Morelia

Además de volar, este año decidí que para celebrar mi cumpleaños Morelia sería el lugar ideal, y de verdad quedé fascinada con la ciudad y la gente que conocimos por allá. A continuación, el recuento de los daños...

El comentario: díceselo!
La palabra: díceselo!
La frase célebre: DÍCESELO!
El juego: el de la feria que después de tres vueltas casi nos hace vomitar...y no se diga el dolor de cuerpo que nos cargábamos al otro día
La foto tomada: todas están super lindas no?
La foto no tomada: con los integrantes de La Vértebra
La comida: gazpachos!! mmm!
La bebida: martini de chocolate
El personaje: Cobos
El hombre: el Boinas! el Boinas!
El lugar: el hotel carísimo en el que nos hospedaremos cuando seamos ricas
El susto: cuando regresamos al cuarto y desde afuera nos dimos cuenta que la tele estaba prendida, y nosotras no habíamos sido
La carcajada: cuando la Chapis, conversando seria y profundamente, dijo por segunda ocasión DÍCESELO! es que en verdad te la volaste Andrea!
La sorpresa: la noche de cuetes en Catedral
La rareza: que al coctel de fruta (llamado gazpacho) le pongan queso y cebolla picada
El dato aprendido: que la mayoría de las calles de Morelia terminan en algún lugar religioso (remate visual!)
La canción: la de la danza de los viejitos cuenta?
El tip: los museos son muy buenos, especialmente el de Arte Contemporáneo, el de Artesanías y el del Dulce
La compra: mis sandalias
La adquisición: el apodo de Andrea a.k.a. la Chapis
El evento: el jueves de baile en la plaza
La noche: nuestro after en La Gárgola
Lo peor: saber que horas antes estuvo a punto de cancelarse el viaje
Lo mejor: que a pesar de los escasos recursos, las dos me acompañaran en este viaje!