S.O.S.

El por qué no lo logro definir. Y es que no sé qué fue primero, si la época cuando mi mamá trabajaba para la campaña de Colosio o cuando por un tiempo mis papás se separaron y mi mamá fue la que se fue de la casa. No sé si fueron al mismo tiempo, no logro recordarlo. El caso es que en esa época en la que mi papá estaba solo, recuerdo que no nos faltaba nada. Nunca nos faltaron los sandwiches para el lunch, aunque a veces tenían el pan quemado; ni quién nos prendiera el bioler antes de bañarnos, aunque le medio explotara en la mano; ni quién nos llevara a la cama cuando era hora de dormir. Pero aún así, yo extrañaba mucho a mi mamá. En verdad agradezco el trabajo que hizo mi papá, pero a esa edad mi mamá me hacía mucha falta...hasta que un día inventamos algo mágico. Un día descubrimos la fórmula número uno para que yo pudiera dormir sin sentir que ella no estaba conmigo. Un día mi mamá en vez de cubrir mi almohada con una funda normal usó una camiseta suya, usada durante un par de días para que estuviera impregnada de su olor, y entonces yo al terminar el día lograba extrañarla un poco menos porque ahí estaba, a mi lado, en esos minutos antes de dormir. No hacían falta sus cuentos, o sus manos que cepillaban mi pelo para que yo lograra dormir, con su olor me bastaba. Con esa camiseta azul que olía a mamá era suficiente. Y que por qué escribo esto ahora? Porque hoy me di cuenta que cuando algo malo me pasa, en ese instante en el que desaparece mi valentía, mi independencia, inmediatamente vuelvo a ser la niña pequeña que va con su mamá sólo para que ella le diga que todo está bien, que no pasa nada, que ella me va a cuidar para que me mejore. Porque hoy quise más que nunca que ella estuviera aquí. Porque hoy me di cuenta que a pesar de lo maravilloso que ha sido este tiempo, daría todo por un abrazo de mi mamá, para inhalar hondo hondo hasta que mis pulmones se llenaran de su olor para así, poder dormir tranquila esta noche...

Te amo mami, ya quiero estar contigo.