24.11.07

Luna llena

Ayer fue un día lleno de suerte.

Primero, Tibo y yo decidimos caminar por la isla en busca de un koala, porque dicen que aquí hay por todos lados. Pero cuando vi que él se quería ir por la montaña, donde seguro te salen serpientes y arañas venenosas, decidí que sería mejor irnos cada quién por su lado. Así que empecé a caminar y de repente...

Fue maravilloso.

Ya después me fui a la playa en el otro extremo de la isla y al quererme regresar al hostal, vi que ya no llevaba dinero, así que tendría que caminar. Pero con mi experiencia reciente caminando en medio de la nada decidí hacer algo que JAMÁS había hecho en mi vida. Pedir aventón. Con cada coche que pasaba, yo estiraba mi brazo un poco más, primero con pena, después con risa de saber que la gente sólo me daba el avión. Pero de repente, una camioneta se detuvo a unos cuantos metros. Corrí y me preguntaron a dónde iba. Les dije que cualquier lugar era bueno. Me dejarían a mitad del camino, quedándome la parte fácil de caminar, ya no esa subida mortal que me estaba esperando. Fui feliz. Fui rescatada. Fui una rescatada feliz.

Y en la noche, disfruté de la Full Moon Party por la que originalmente Tibo y yo llegamos a esta isla. Entre amigas canadienses, hamburguesas robadas y besos australianos se me fueron las horas, y el amanecer llegó con una maravillosa sensación de travesura, esa que de niños gozamos tanto...

1 comentario:

Anónimo dijo...

woooowww!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
yo kierooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!

y aparte de tu risita, escucharte de nuevo hablar me estremecio mi cucharoon!!!

oye................besos australianos??????? cuentameee por Dios!!!!!! jaja
ari