De verdad que cuando digo que hay días en los que estoy en la pendeja no estoy mintiendo. Hoy Lunes me toca ir a al campus de Strathfield a las nueve, así que llegué a las estación 8:45 para tomar el camión que en cinco minutos me deja en la uni.
Normalmente, en lo que sale el camión, en el letrero que anuncia a donde va dice NOT IN SERVICE, y eso era lo que decía el que estaba estacionado en donde tomo el mío cada semana. De repente cambió y entonces cuando vi el 48- yo dije de aquí soy y me trepé.
La sorpresa que me llevé cuando vi que el pinche camión se iba para la izquierda en lugar de la derecha…
En lo que asimilaba que me había subido a otro camión me cagué de risa de mi misma porque todavía cuando me subí vi a una chava que va en mi salón afuera del camión tomándose su café y pensé por qué no se subía, justificando el hecho con que probablemente quería terminar su desayuno antes de subir. Pero no, era porque ella se subiría al camión adecuado!! Al 483 en lugar del 480. Me bajé y empecé a caminar de regreso. Pa colmo hoy traigo unos zapatos de piso que hacen que a los cinco minutos de caminar me duela el chamorrín así que ni como apurarme. Pero en eso, que veo a lo lejos el camión que me había perdido y que le corro. Con una mano agarrando el celular pa que no se me cayera de la bolsa de la chamarra y con la otra agarrándome el pantalón pa que no se me vieran los chones corrí lo más rápido que pude para alcanzar a ese 483 (ah porque falta aclarar que el siguiente camión sale 9:30). Pero no lo logré. En cuanto se puso el verde lo vi avanzar frente a mis ojos más rápido de lo que podría correr. Ya sin nada más que hacer, lo dejé ir y me puse a caminar. Pero insisto, estos zapatitos amarillos no ayudan. Así que heme aquí, sentadita en la sombra, escribiendo, esperando que pase el siguiente camión. Ni modo, ya llegué tarde a mi clase.
10.9.07
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario