Regresando al tema, todos tan solidarios como son aceptaron mi idea de ver una película y al terminar, era tan tarde (3 am) que opté por dormir una vez más en el hostal. A las seis de la mañana me desperté por un dolor muy fuerte. Era cólico, y sabía que si no me tomaba mi pastilla en ese momento, moriría del dolor. Así que decidí no esperar ni un minuto más, regresaría a casa en ese instante. Aún no sé cómo no morí en el intento. Mientras caminaba, mis piernas temblaban por una mezcla incómoda de frío y dolor corporal. En la estación del tren/metro no pude evitar que se me salieran un par de lágrimas cuando vi que el siguiente tren tardaría 21 minutos en llegar. Y es que hacía tanto frío!! Para cuando llegué a la esquina donde tomo mi camión, tristemente me di cuenta que lo peor ya no eran mis náuseas, sino que no había camión hasta las 8:30 de la mañana, porque era domingo. Así que tuve que caminar más para tomar otro que se lleva más tiempo en llegar a la casa y para cuando ya estaba ahí, no podía contener las lágrimas que corrían por mi cara. Tenía un dolor horrible, sin nadie a quien poder pedirle que me abrazara y me recordara que todos los sentimientos encontrados eran resultado de una mezcla hormonal en mi cuerpo. Fue horrible, en verdad no se lo deseo a nadie.
2 comentarios:
Aaaay chiquita, cuanto lo siento. Ya me imagino tu sentimiento... Asi me pasa a mi de vez en cuando -entre las hormonas, mi suegra y las preocupaciones- solo que en mi caso tengo al pobre de Kev para consolarme. Se merece un monumento, verdad? Bueno, ya sabes que aunque lejos pero, aqui estoy. Te amo.
Aaahh, se me olvidaba, que bonitos estan todos. Y por lo que has contado se ve que son gente super linda. Que bendicion que la vida cruzara sus caminos. Disfruta y aprende; creeme, lo mejor esta por venir. Besos infinitos...
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