Pero no responden, porque yo no cuento. Cómo contar que pienso en él gran parte del día? Que repaso en mi mente las escenas de los días que pasamos juntos?
No es que me esté poniendo romántica, no señores. Sólo que disfruté mucho estar con él, y hace mucho tiempo no disfrutaba tanto de estar con alguien. Vaya, no tuve el síndrome "mamá, llévate a Pili" en ningún momento durante su visita.
Eso ya, para mí, es estar del otro lado.
Pero y qué se supone que debo de hacer ahora que estoy del otro lado?
Decirle ni en pedo.
Eh hola, todo bien? Sí, acá también.
Pensando mucho en ti en realidad.
No, en nada en especial.
Pero te extraño.
No, decirle no, seguro se asusta.
Pero, y entonces? Guardármelo así nomás?
Guardarme que añoro el calor de su cuerpo? Guardarme que el detalle de tener su mano debajo de mi muslo mientras manejaba me conquistó? Guardarme que me encanta su forma de ser, su olor, su cuerpo? Guardarme que aquí estoy, como lo estuve desde el día uno?
Ah no, ya sé. Escribirlo en el blog que no visitaba desde hace casi dos años.
Seguro eso ayuda...
Seguro eso ayuda...
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