Me parece demasiado sensible que después de tantos meses y tantas entradas pendientes, decida escribir esto: hoy amanecí nostálgica.
Ayer formé parte de una reunión casera bastante agradable y de pronto volvió a mi mente todo lo que era formar parte de Sensorama. Y lo extrañé.
Extrañé la sensación de frescura del espacio, el piso acolchonado lleno de semillas, el olor a incienso. Extrañé tomar agua en jarritos de barro, extrané los pedacitos de betabel. Extrañé la lluvia encerrada. Aprender de energía y de la Naturaleza. Conocer a gente tan distinta y a la vez tan parecida a mí. El reggae mientras dejábamos el espacio listo. Celebrar la vida bailando con desconocidos. Sentir mi piel con la piel de otro, verme en la mirada de otro. El sonido del Universo. Los viajes. El mensaje de los abrazos. Y sobre todo, extrañé saber morir un poco cada día.
21.8.09
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1 comentario:
pura vida, maravilla y sensorama
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