Dicen...

...que la distancia es el olvido...y si lo que dice esta canción es verdad, ya nos llevó la chingada...esta semana, los cinco integrantes de la familia Carmona Nájera estarán lo más lejos que jamás podrían haber imaginado y si no me creen, aquí el ejemplo ilustrativo.



El papá, en un viaje de trabajo en Taipei por cinco días, que lo bueno es que aprovechará la brincada del charco para venirme a ver después.

La mamá, lleva más de un mes en Seattle según trabajando para poderme venir a visitar pero ya más bien está allá por asuntos relacionados al corazón y las ilusiones.

La hermana mayor en New Hampshire, disfrutando de la mejor época, esa en la que los árboles se visten de rojo y naranja y a uno le dan ganas de manejar por horas en la carretera sólo para admirarlos.

La mediana, en el proceso de terminar la carrera, con el corazón recién abandonado pero sacando fuerzas para seguir adelante.

Y la de manos pequeñas, haciendo de tripas corazón para ya no extrañar tanto, y también para no sentirse tan culpable que tanta separación en parte es por ella. Aunque, visto con filosofía, es una bendición tener a quién extrañar, poder decir amo a mi familia, a mis tortugas, y saber que a pesar de la lejanía, estamos más cerca que nunca...