El jefe de mi papá se fue a Europa con su pasaporte vencido, y por esas cosas que sólo se explican con la palabra destino, lo dejaron entrar. Ahora que se ha dado cuenta, siente la imperiosa necesidad de contar con el nuevo para poder seguir viajando, y por miedo a que se le pierda si se manda vía mensajería, mi hermana y yo se lo vamos a llevar a la puerta de su hotel.
Eso significa que en seis horas vuelo al lugar más mágicomaravilloso del mundo: Venecia
11.6.07
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