Carente

Debería de estar rebosante de felicidad porque hoy fue mi último examen final...hoy al parecer me olvido de Goya 9, de un salón desunido, de materias de tronco común para entrar ahora sí a lo que son los Negocios Internacionales...pero la verdad es que estoy cansada, preocupada, hasta un poco triste. Ya sin una Risamovida a la que asistir o sin exámenes que tengan distraída mi mente, la espera va a ser muchísimo más difícil. Ya no sé que hacer para no estar pensando a cada minuto qué rumbo tomará mi vida, y cuando intento nuevas cosas, mi falta de humor y sonrisas logran regresarme al punto inicial del cual pretendía huir. Y además es como si tuviera que enfrentarlo yo sola; últimamente el mundo tiene muchas cosas por hacer menos el estar conmigo. En verdad, no es tan difícil: no necesito de ánimos, ni de frases rebuscadas llenas de entusiasmo. No necesito abrazos ni caricias diciendo que todo va a estar bien. NO NECESITO SABER QUE TODO PASA POR ALGO. Sólo necesito a alguien que me acompañe a no pensar, a desconectar mi mente con la televisión y otros vicios, a dormir para lograr que el día tenga menos horas...